Reputación OnLine: ¿Cómo afrontar la difamación?. El caso McDifamación

Difamar, según la Real Academia de la Lengua Española es desacreditar de palabra o por escrito, publicando algo contra la buena opinión y fama de un tercero.

Hoy en día, con la viralidad y el alcance de internet, las empresas ven cómo su reputación está más expuesta que nunca a la opinión pública. Cada país tiene su propia normativa para proteger a las personas físicas o jurídicas contra la difamación. En concreto, la normativa actual española recoge el Delito de Injurias en el artículo 208 del Código Penal, el cual dice expresamente que "es injuria la acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves. Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán graves, salvo cuando se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad".

Como empresa, por tanto, es importante tener en cuenta que la ley nos ampara contra la difamación, aunque será un abogado quien nos puede orientar cuándo puede ser constitutivo de delito o no algún comentario hecho de viva voz o por escrito.



Ante una posible difamación, ¿cómo deberemos actuar?. Es importante seguir los siguientes pasos:

Recopilar información
  • Identificar que realmente es una difamación y no una crisis de reputación.
  • Guardar las pruebas (medios digitales, TV, prensa escrita, radio, Redes Sociales, etc..).
  • Obtener un acta notarial que dé fe de que “un determinado hecho” ha ocurrido. Sabemos que en internet es tan fácil escribir como borrar. Un acta notarial del hecho tendrá más validez ante un tribunal que una captura de pantalla, que puede ser sospechosa de manipulación, si finalmente decidimos denunciar el hecho.

Actuar 
  • Pedir a la plataforma o individuo que retire y/o rectifique el contenido calumnioso. 
  • Nunca amenazar. 
  • De ser necesario denunciar ante los tribunales. 
  • Mantener informados a trabajadores y clientes.

Enmendar 
  • Solicitar una pública retractación. 
  • Enviar un comunicado.

      Quizá el caso más conocido de difamación fue el protagonizado por McDonald's contra Morris y Steel en el Reino Unido. Este juicio, considerado el más largo del país anglosajón, se inició cuando McDonald's denunció a Morris y Steel, dos activistas ecologistas no vinculados a ninguna asociación, por la difusión de un panfleto en el cual personificaban en McDonald's todos los males provocados por la sociedad de consumo del primer mundo, como la destrucción de la naturaleza, explotación de los niños en publicidad, tortura y asesinato de animales, complicidad con el hambre en el tercer mundo, venta de comida basura insalubre y adictiva, etc...

Aunque McDonald’s ganó en los tribunales tras siete años de litigio, más tarde, casi veinte años después del inicio del juicio en el Reino Unido, el Tribunal de Derechos Humanos Europeos condenó a los tribunales del Reino Unido, que no a MacDonald’s, por considerar que habían atentado contra la libertad de expresión y contra el derecho a un juicio justo.

McDonald’s ganó la batalla legal, pero perdió el juicio público. El enfrentamiento denominado en los medios de comunicación como el Caso McDifamación, posicionó a los medios y a la sociedad del lado de Morris y Steel, por creer que el litigio era de manifiesta desigualdad entre las partes ante los tribunales, y equipararlo a la lucha de David contra Goliat. Posiblemente, McDonald’s se haya arrepentido de no haber dejado correr el tema en su día. No solo por el coste económico de un litigio tan largo (McDonald's renunció a la indemnizacion otorgada en los tribunales, debido a la mala imagen pública que le estaba generando el caso), sino también, y principalmente, por el coste en imagen corporativa que le supuso.

Por tanto, ante una difamación deberemos tratar de llegar a un acuerdo fuera de los tribunales y recurrir a la demanda judicial como última opción, ya que para nuestra imagen como empresa puede ser mejor un mal acuerdo a un buen juicio.


Y vosotros ¿cómo creéis deben actuar las empresas ante la difamación?

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