La Comunicación Interna se define con frecuencia como aquella que se dirige
al “cliente interno”, es decir, a los trabajadores. Como definición es buena aunque
parte del error de considerar a los empleados como “clientes” y no como “socios”.
Que otros departamentos consideren “clientes” a los trabajadores, entra dentro
de una visión estratégica avanzada y bien fundamentada, pero el Departamento de Marketing/Comunicación o desde
aquel que se dirija la Comunicación Interna, debe considerar a los trabajadores
como “socios” ya que ese es el principal objetivo de esta. Hacer que los
trabajadores se sienta parte del proyecto empresarial.
Para alcanzar este objetivo, la Comunicación Interna cuenta con una gran
baza, la propia naturaleza humana. Somos
animales sociales y gregarios. Sentimos la necesidad de formar parte de un
grupo. Esta necesidad de asociación es la que ha hecho que nuestra especie haya
sobrevivido a lo largo de los siglos, ya que nos necesitamos unos a otros para subsistir.
Por tanto, si consideramos a los trabajadores como “socios” y no “clientes”,
la orientación de la Comunicación Interna cambia totalmente de perspectiva,
buscando la complicidad de estos y haciéndoles sentir que el proyecto
empresarial es “su proyecto”, que la reputación de la empresa es también “su
reputación” y que los logros y éxitos de esta también son “sus logros y
éxitos”.
Una de las herramientas más útiles con la que cuenta la Comunicación
Interna es la Newsletter. Si consideramos a todos los trabajadores como socios
de un proyecto, ¿cómo deberemos orientar
su contenido?
INFORMAR
Tenemos que informales de los logros conseguidos como nuevos clientes,
nuevos contratos, casos de éxitos, etc. También debemos incluir información
relativa a resultados, eventos realizados, campañas en marcha, etc. Es decir,
asegurarnos que todos los empleados saben qué se está haciendo y cómo se hace.
COMPARTIR
Todas las empresas tienen un proyecto de futuro. Expectativas de hacia dónde
quiere ir y cómo hacerlo. Las empresas deben compartir esta información con los empleados.
Sabemos que no siempre se puede contar todo pero a veces, las empresas
recelan en exceso de informar a los trabajadores. Esto hace que en muchas
ocasiones, estos no sepan hacia dónde va la empresa y no comprendan muchas
de las decisiones que se toman por parte de la dirección.
No se trata de contarlo todo. Se trata de contar aquello que no
consideremos información sensible y que pueda hacer entender mejor a los
empleados la estrategia que sigue la empresa, en su gestión del negocio.
ACERCAR
La dirección debe participar activamente en la Comunicación Interna. Deja
un espacio para que escriba en la Newsletter. Comentar los logros del
departamento o felicitaciones a los equipos (esas felicitaciones que
normalmente se hacen en privado), es una forma de hacerla más cercana a toda la
plantilla.
IMPLICAR
Deja también un espacio en la Newsletter para que participen los empleados.
Permite que sean ellos mismos los que propongan la temática. Seguro que te
sorprenden. Desde el departamento que gestiona la Newsletter solo tendrán que
corregir estilo literario, de ser necesario, y filtrar para publicar los post o
artículos que sean más interesantes.
Desde cada departamento, desde cada puesto de trabajo, hay una visión
distinta del negocio. Exponer las distintas visiones públicamente, puede ayudar
a que se conozcan mejor los departamentos entre si y que exista una mayor empatía entre
ellos.
En definitiva, la Comunicación Interna es principalmente una herramienta
para que el espíritu corporativo sea compartido por todos y todos sientan ya no solo que forman parte de la empresa, sino que son empresa.
¿Y vosotros, qué orientación creéis debe tener una
Newsletter de Comunicación Interna?
Imagen cedida por Paul Shanks
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